El cargo de gobernador lo ocupó Diego Pérez de la Torre, quien se estableció
en Tonalá, pero murió en 1538 a consecuencia de las heridas causadas por
indígenas de Hostotipaquillo, encabezados por Coaxícar, cuando trataba de
someterlos. El mando volvió provisionalmente a manos de Oñate Historia,
Breve Historia de Jalisco ;Muriá, José María ; DOCUMENTO ; FICHA
Capítulo 2 - Línea Paternal Maternal
Las constantes quejas que llegaban a España sobre las arbitrariedades y
abusos cometidos por los oficiales reales, que terminaron en una especie de
guerra civil, hicieron que la Corona resolviese establecer en México un
gobierno más efectivo, nombrando en Burgos, el 13 de diciembre de 1527, una
Real Audiencia Gobernadora, compuesta por un presidente y cuatro oidores. El
presidente fue el licenciado Nuño de Beltrán, gobernador de Pánuco y los
oidores Juan Ortíz de Matienzo, Diego Delgadillo, Diego Maldonado y Alonso
de Parada. Es de creer que la Corona no conocía a la gente que nombraba,
porque el licenciado Nuño de Guzmán se había conducido de la manera más
cruel en Pánuco, haciendo prisioneros a los indios para venderlos en las
islas como esclavos; tuvo varias discusiones con Cortés por cuestión de
límites de su gubernatura y resultó así su enemigo declarado. Los oidores
embarcaron en Sevila y llegados a Veracruz dispusieron el viaje a México sin
esperar a Nuño de Guzmán, quien llegó después. El Ayuntamiento les hizo una
recepción espléndida y les dedicaron las fiestas hechas con gran esplendor
en México con motivo del nacimiento del príncipe Felipe que iba a ser el rey
Felipe II.
Al poco tiempo de su llegada murieron Parada y Maldonado y Nuño de Guzmán y
los otros dos oidores se ocuparon de inmediato en quitarle atribuciones al
Ayuntamiento y reiniciar el juicio contra Cortés por la acusación de haber
asesinado a su esposa Catalina Xuárez, cosa del todo falsa. El objeto
principal de Guzmán y de los dos oidores era enriquecerse a toda prisa. Por
ese tiempo ya había llegado a México el obispo fray Juan de Zumárraga, quien
fue testigo de todas las tropelías y robos sin cuento de Guzmán y los
oidores. Cortés, que andaba en España, llegó a México y fue recibido con
grandes fiestas. Salazar, que había sido oficial real y entonces era
consejero muy de confianza de la Audiencia, hizo público un comentario
diciendo que un rey que empleaba a un traidor como Cortés, era un hereje. El
capitán Pedro de Alvarado, que lo oyó, se presentó a la Audiencia para
desafiar a Gonzalo de Salazar, pero Guzmán dijo que Alvarado mentía como
villano porque Salazar era un fiel vasallo y no había dicho tal cosa. Al día
siguiente Alvarado se hallaba preso, con cadenas en los pies.
Toda comunicación con la Corte estaba rigurosamente prohibida, al grado de
que el obispo Zumárraga tuvo que valerse de un marinero vizcaíno, paisano
suyo, para que en una pieza de cera y en el fondo de un barril llevase una
carta para el emperador con tantas acusaciones, que el Consejo de Indias
ordenó remover inmediatamente a Nuño de Guzmán y los dos oidores,
enjuiciándolos para que diesen cuenta de su conducta. Como el emperador
estaba en Flandes, habiendo concedido por esos días a la ciudad de México
los mismos privilegios que a la ciudad de Burgos, vieja capital de Castilla,
quedó ante el Real Consejo de Indias la emperatriz, como regente, y se
resolvió entonces que más convendría para la Nueva España un virreinato,
como el que tenía el Imperio en Nápoles; más, mientras se buscaba a una
persona que reuniese los requisitos para desempeñar el cargo de virrey de la
Nueva España, se dispuso mudar la Audiencia, nombrando como presidente de la
que de nuevo iba a formarse a don Sebastián Ramírez de Fuenleal, obispo de
Santo Domingo.
El presidente de la cancillería de Valladolid nombró como oidores a Juan
Salmerón, Alonso Maldonado, Francisco Ceinos y Vasco de Quiroga. Todos ellos
eran varones de acrisolada honradez y de gran capacidad, que mucho bien
hicieron a la naciente nación. Bajo su gestión se hizo transitable el camino
de Veracruz a México, se fundo en 1531 como lugar de reposo para los
viajeros la ciudad de Puebla de los Ángeles, aparecieron las primeras
carretas de transporte, se trajo de España ganado menor, caballar, bovino y
bestias de carga, se negoció la llegada de la imprenta, se fundó el Imperial
Colegio de Santiago Tlatelolco, para que los jóvenes indígenas hicieran
estudios superiores y fueron reanudadas las exploraciones.
Nuño de Guzmán, al huir de México por el castigo que le esperaba, organizó
una expedición hacia el occidente para ganar riquezas y fama que ocultaran
sus criminales faltas. De Lerma entró en territorio de Michoacán, donde el
cacique Zinsicha (al que los mexicanos llamaban Caltzonzin, "señor que lleva
fino calzado") lo recibió de paz, le hizo obsequio de muchos tejos de oro y
de plata, le dio guerreros y provisiones, pero Nuño de Guzmán no se
conformó, lo hizo atormentar y asesinar, desventrándolo. Esa cruel conducta
siguió en todos los pueblos por los que pasó. Fundó muchas poblaciones y
exploró todo el territorio que se extiende de México hasta los ríos Yaqui y
Mayo, al que llamó Nueva Galicia con capital en Santiago de Compostela,
Nayarit y quedó Guzmán como gobernador.
La conquista de Nueva Galicia abrió el camino a las exploraciones
posteriores del noroccidente de México. Guzmán exploró y conquistó en siete
años casi la tercera parte del país, pero su gran empresa estuvo siempre
bañada de sangre, de lágrimas aún de sus propios soldados, de crueldades, de
robos y crímenes sin nombre. Los indios pintaban a Nuño de Guzmán en sus
códices como una serpiente a caballo, que caía del cielo. Las quejas en su
contra fueron tantas que la Corona resolvió enjuiciarlo y envió al
licenciado Diego Pérez de la Torre para investigar. Lo encontró gravemente
responsable, le quitó el gobierno y lo remitió preso con grilletes a España.
Murió en marzo de 1554 en la ciudad de Valladolid, todavía en calidad de
preso.
BIOGRAFÍA: Las primeras villas
Después de recorrer más de dos mil kilómetros durante año y medio, Guzmán
decidió volver al sur y consolidar lo ya sometido, previa fundación de una
villa de españoles que le asegurara su hegemonía en lo que hoy es el centro
del estado de Sinaloa. Así nació San Miguel de Culiacán el 29 de septiembre
de 1531, cerca de donde quedó enclavada después; además, para que le
sirviera de apoyo en su camino de regreso al sur fundó Chiametla.
Hacia 1531, Nuño supo que Luis de Castilla venía con instrucciones de Cortés
a establecer una población por el rumbo de Xalisco, por lo que dispuso
primero su rechazo por la fuerza e inmediatamente después el establecimiento
de la villa del Espíritu Santo, en Tepic. También pretendió llamar a este
territorio la Mayor España, pero la Corona ordenó que se conociera como
Nueva Galicia y que su capital recibiera el nombre de Compostela; Nuño fue
ratificado como gobernador.
Posteriormente, en 1532, Guzmán encargó a Juan de Oñate que erigiera un
pueblo con el nombre de Guadalajara, su ciudad natal, al norte de la
barranca del río Santiago, en plena región cazcana, para ganar así presencia
en ella y propiciar la tan buscada comunicación con el golfo de México.
En cuanto regresó Cortés a la Nueva España comenzaron los pleitos con Guzmán
por la posesión de Ahuacatlán y Xalisco. Pese a que la primera expedición
que pasó por ahí había sido enviada por Cortés, estos parajes acabaron
perteneciendo a Nueva Galicia en virtud de que Guzmán estableció una
población de españoles y aseguró la impartición de la doctrina cristiana.
Además, para ganar propiedades por la costa sur y evitar el avance de
Cortés, al comenzar 1533, Guzmán encargó a Juan Fernández de Híjar que
fundara por ahí una villa con el nombre de Purificación.
La búsqueda de más riquezas al noroeste de la Nueva Galicia llevó a que
Cortés organizara dos expediciones marítimas por el litoral del Pacífico,
entre 1532 y 1533. Las dos fracasaron, pero una de ellas, al mando de Diego
Hurtado, primo de Cortés, cayó en manos de Guzmán. Un año y medio después,
en 1535, Cortés se dirigió en pos de su enemigo pero el enfrentamiento no
fue lo violento que se esperaba. Por el contrario, Guzmán dio facilidades a
Cortés para que embarcara y recorriera el golfo que hoy lleva su nombre, y
éste lo dejó tranquilo en sus dominios neogallegos.
Las exploraciones que dirigió Cortés y las que dispusieron más tarde los
virreyes de Nueva España no descubrieron atractivos al norte de Nueva
Galicia, lo que ocasionó el aplazamiento de la Colonización del noroeste
mexicano por cerca de siglo y medio.
La primera organización regional se sustentó en las cinco villas fundadas
por órdenes de Guzmán, pero ninguna de ellas permaneció en el mismo sitio
diez años después. La más errante de todas fue Guadalajara. Primero estuvo
en Nochistlán, a partir de 1532, donde la encontró Nuño dos años después,
durante el viaje que realizó a la costa de golfo y, ante precario de su
situación, autorizó su mudanza hacia el sur. Pero cuando retornó en 1535,
contrariado porque no era ya gobernador de la provincia del Pánuco, se halló
además con que Guadalajara se había asentado en Tonalá, siendo que este
pueblo lo había preservado para su beneficio personal. En consecuencia, los
pobladores de la villa fueron obligados a cruzar la barranca de nuevo y se
establecieron en sus inmediaciones, cerca de Tlacotán. Ahí permaneció
Guadalajara más tiempo, hasta que en 1542 se asentó definitivamente en el
valle de Atemajac.
Era tal el interés de los españoles por tener un poblado en la región
cazcana que, en 1539, sin importar su fragilidad, el rey concedió a
Guadalajara escudo de armas y rango de ciudad, con todas sus prerrogativas.
Al finalizar 1536, Nuño de Guzmán había dejado a Cristóbal de Oñate
interinamente en su lugar, para viajar a España con el fin de mejorar la
opinión que de él tenía el monarca. Pero antes de cruzar el Atlántico fue
encarcelado más de un año en la ciudad de México. Nuño no volvió, pues el
rey lo reincorporó a su escolta personal, de donde había salido para su
aventura americana.
El cargo de gobernador lo ocupó Diego Pérez de la Torre, quien se estableció
en Tonalá, pero murió en 1538 a consecuencia de las heridas causadas por
indígenas de Hostotipaquillo, encabezados por Coaxícar, cuando trataba de
someterlos. El mando volvió provisionalmente a manos de Oñate.
La muerte del gobernador fue uno de los primeros episodios sangrientos de la
devastadora rebelión de los indios que llegó a su punto culminante en 1541,
al grado que el propio virrey Antonio de Mendoza en persona y se viera
obligado a intervenir. La dureza del régimen de vida impuesto a los indios
fue la causa principal de la sublevación. A pesar de que las fuerzas de
Oñate menguaban y los rebeldes daban trazas de ser más fuertes cada vez y la
rebelión amenazaba con brotar hasta en regiones apartadas, como Tlaxcala,
las autoridades de México subestimaron el alzamiento. No fue sino hasta que
murió Pedro de Alvarado, como consecuencia de su fracaso en Nochistlán
frente a los rebeldes de Tenamaxtli, al mediar 1541, cuando el virrey
Antonio de Mendoza decidió atender los llamados del gobernador Oñate y
partió de la ciudad de México rumbo a la Nueva Galicia con un contingente
gigantesco. Entre tanto, el 28 de septiembre, Guadalajara estuvo cerca de
ser arrasada por completo. Se dijo que de no ser la oportuna y violenta
irrupción de San Miguel, quien se convirtió entonces en patrono de los
tapatíos, su población hubiera sido arrasada por completo.
A su paso, el ejército de Mendoza destruyó pueblos enteros como Acatic y
Tototlán. En octubre de 1541, acompañado de Oñate, se dirigió a uno de los
puntos neurálgicos de la rebelión: el peñón de Nochistlán, y luego al
escarpado cerro del Miztón, en pos de los rebeldes que ahí buscaron refugio,
dándoles el golpe de gracia el 16 de diciembre de 1541.
Pero los indios no fueron exterminados ni la insurrección aniquilada por
completo. Sobrevivientes de la masacre se retiraron a montes y cañadas donde
los españoles no se atrevieran a continuar la lucha. Años después de
concluida esta guerra del Miztón, las correrías de los cazcanes seguían
presentándose esporádicamente.
A raíz de estos acontecimientos, el 14 de febrero de 1542 Guadalajara se
estableció definitivamente en la ribera poniente del río bautizado como San
Juan de Dios, en el valle de Atemajac, al sur de la barranca.
Carlos V lo nombró por el año de 1534 despues que Luis de Castilla n o pudo
llevare a cabo sus instrucciones de enjuiciar a Nuño de Guzma n como
Gonernador de Nueva Galicia, nombró al Lic. Diego Perez de l a Torre para
realizar el Juicio de recidencia, lo que hizo y lo meti ó a la carcel el dia
que llegó a Mëxico y tomó posecion de su cargo co mo gobernador de Nuva
Galicia incluyendo los poderes que Nuño de Guzma n le había dado a Cristobal
de Oñate.
Fijó su recidencia en el publo de Tonalá
Durante un levantamiento de los indios, al tratar de defender la ciuda d se
calló del cabayo, y como estuvo mal herido reunió a sus capitane s y nombró
como su sucesor a Cristobal de Oñate quién le habia entrega do el poder que
tenía de Nuño de Guzman.
Como Gobernador defendióa los indios y abolió definitivamente la esclv itud,
lo cualse confirmó des pues de su muerte al intentar asclavisa r a los
Chichimecas levantados por los granjeros.
Historia familiar,
detallada genealogía...
Por Leonardo De la Torre y Berumen
Las actuales familias que se identifican como De la Torre, provienen a l
igual que muchas familias jerezanas de gentes oriundas de la penínsu la
ibérica, que en su mayoría procedían de Castilla y Extremadura com o es el
caso del más importante de sus ancestros, antecesor de los pri ncipales
linajes que habitan los estados de Jalisco, Colima, Guanajua to, Zacatecas,
y otros al señalar a dicho ancestro me refiero al Licen ciado Diego Pérez de
la Torre, nacido el año de 1482 en Almendralejo d e Extremadura, España y
muerto el año de 1538 en Tonalá Jal.
El Licenciado Pérez de la Torre contrajo matrimonio eclesiástico con C
atalina Mejía , procreando a Marí Alvarez de la Torre, quien casó e n la
capital de la Nueva Galicia con el Alférez Real Hernán Flores, p rimer
gobernador del reino de Nueva Galicia y encomendero del puebl o de
Juchipila", nacido el año de 1511 en Salamanca, España, y muert o hacía
1562. Fue hijo legítimo del Conquistador Pedro de Fuentes y d e doña Isabel
Flores.
El Alférez Real don Hernán Flores de legítimo matrimonio procreó al Ca pitán
Diego Flores de la Torre, nacido hacía 1540, y muerto en 1592, h abiendo
casado antes con Ángela de Velasco, hija que fue de Pedro Pac ho y de doña
Mariana Temiño de Bañuelos y Alcocer, hija del Alcaide d e Temiño don Diego
de Velasco y de doña Francisca de Alcocer, quien fu era hija del Jurado don
Hernando de Bañuelos y de doña Beatriz de Alco cer, naturales de Bureba.
Burgos en Castilla la Vieja, España.
GASPAR DE AGUILAR, vecino de la naciente villa de la Asunción de las A
guascalientes, allá por los albores y primeros años del siglo XVII. E l año
de 1621 contrajo matrimonio canónico con doña Bernarda Salad o y Siordia
hija legítima de Bernardo Salado y de Juana de Siordia , y nieta por rama
paterna de Joanes de Salado, fundador de la famili a de este apellido, y por
la materna de Pedro Fernández de Baulus y d e María Gabay Moctezuma.
Hijos:
Juana de Aguilar y Salado, nacida y bautizada en la villa de Aguascali entes
y casada el 4 de octubre de 1654 con don Hernán FLORES DE LA TOR RE,
encomendero de Juchipila e hijo legítimo de don Hernán Flores de l a Torre y
Ana Alvarez de Sandi. Tuvieron muchos hijos.
Constanza de Castilleja, desposada el 20 de enero de 1653 con el famos o y
acaudalado dueño de recuas de arriería don Francisco PONCE.
Catalina de Aguilar, casada con Pedro Arias Pardo.
María de Aguilar, se desconocen más datos.
Bernardo Salado, casado con doña Catalina Lozano.
María DE LA TORRE Descendiente del licenciado Diego PEREZ DE LA TORRE. Casó
con Jacomé, natural de la provincia de Génova, Italia. Desposados el 2 de
febrero de 1604 en la ciudad de Guadalajara, Jal. En la partida de
matrimonio, es nombrado sólo por su nombre, sin indicar apellido.
Fueron padrinos de su matrimonio: el Alcaide de la cárcel, Rodrigo de Campos
y su mujer. Don Francisco Javier de Castaños y Cañedo. Índice del Libro No.
1. Mixto de Matrimonios. 1600 - 1640. Archivo del Sagrario de Guadalajara.
Memoria de la Academia de Heráldica y Genealogía Mexicana. Tomó el apellido
de su primer mujer, haciéndose llamar Jacomé DE LA TORRE, quien en 1613 era
vecino de la ciudad de Zacatecas, y ya había contraído segundas nupcias con
Isabel de Acosta, madre de Isabel y Melchora de la Torre y Acosta.
Carlos V lo nombró por el año de 1534 despues que Luis de Castilla no pudo
llevare a cabo sus instrucciones de enjuiciar a Nuño de Guzman como
Gonernador de Nueva Galicia, nombró al Lic. Diego Perez de la Torre para
realizar el Juicio de recidencia, lo que hizo y lo metió a la carcel el dia
que llegó a Mëxico y tomó posecion de su cargo como gobernador de Nuva
Galicia incluyendo los poderes que Nuño de Guzman le había dado a Cristobal
de Oñate.
Fijó su recidencia en el publo de Tonalá
un levantamiento de los indios, al tratar de defender la ciudad se calló del
cabayo, y como estuvo mal herido reunió a sus capitanes y nombró como su
sucesor a Cristobal de Oñate quién le habia entregado el poder que tenía de
Nuño de Guzman.
Como Gobernador defendióa los indios y abolió definitivamente la esclvitud,
lo cualse confirmó des pues de su muerte al intentar asclavisar a los
Chichimecas levantados por los granjeros.
1. Escrtitura de Fundacion de las capellanias sobre la hacenda de Sauceda y
la Troje, Fundadores Escobedo.
2. Thomas Hillerkuss, Diccionario Occidente Novohispano.
3. Virginia Armela de Aspe, In Memoriam de una Familia.
--
Kutsaraipa: Lugar Mítico donde se Reunieron los Antepasados
SALVADOR CABRAL VALDES
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